viernes, 22 de febrero de 2013

LA ENSEÑANZA EN EL AULA

    Para comenzar, voy a indicar brevemente los puntos que voy a tratar en esta entrada. En primer lugar, cómo sería, desde mi punto de vista, la práctica ideal de la enseñanza y cómo haría para ponerla en práctica. En segundo lugar, qué rol juega el alumno en mi enseñanza. En tercer lugar, cuál creo que es la mejor manera de que los alumnos aprendan. Y, por último, si motivo a los estudiantes o no en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

    Con respecto al primer punto, considero muy importante que el profesor se involucre con cada uno de los alumnos y atienda a las diferentes necesidades que cada uno de ellos presente. Por otro lado, que el profesor cree en el aula un buen ambiente de trabajo entre los diferentes integrantes, esto es: que el profesor sea capaz de que los alumnos se interrelacionen de manera correcta unos con otros, que el alumno posea iniciativa y sea capaz de tomar decisiones, que sea ayuden unos a otros cuando alguien posea algún tipo de problema, que exista el respeto, la tolerancia, etc. Además, el profesor puede lograr que las clases sean tanto teóricas como prácticas, fomentando en ellas la participación de los alumnos, la comunicación oral, el debate, con el fin de motivar a los alumnos a conseguir el aprendizaje deseado.

    Dejando a un lado este punto, el rol que el alumno juega en mi enseñanza es el siguiente: la primera idea que hay que tiene que tener todo profesor en mente es que el alumno debe ser el objetivo principal de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues sin alumno no existe el profesor. Por ello, el profesor debe lograr que el alumno se desarrolle de manera exitosa tanto en su esfera persona como en la profesional. Es decir, el alumno debe ser el agente por el cual el profesor realice todas sus actividades o propuestas.

    En cuanto al tercer punto, la mejor manera de que los alumnos aprendan es convirtiendo los contenidos de cada asignatura en algo dinámico, es decir, transformar estos en actividades, bien sean individuales o en grupo, para, de esta manera, el alumno consiga desarrollarse tanto académicamente como personalmente y, así, llegar a motivarse. Por tanto, la enseñanza tiene que ser una interacción entre el profesor y los alumnos. 

    Y, por último, si yo fuera docente, mi tarea u objetivo principal es motivar a mis alumnos, pues es una de las ideas claves para que la enseñanza se desarrolle de una manera correcta por parte de los alumnos. De este modo, si yo motivo a mis alumnos a que aprendan, les presento distintos tipos de actividades, utilizo diferentes metodologías (explicaciones en clase, actividades en la pizarra ordinaria o táctil, dinámicas de grupo, etc), consigo que mis alumnos se motiven en la adquisición de los contenidos y conocimientos que forman dicha asignatura. 

    Aquí les muestro un vídeo donde se explica de manera muy clara qué es el aprendizaje colaborativo, cuáles son las ideas centrales y las ventajas e inconvenientes de este tipo de aprendizaje.


1 comentario:

  1. Yo creo respecto a este articulo, que la motivación es una pieza fundamental en la enseñanza. Creo que un profesor que no tenga como principio, el motivar a su alumnado creando diferentes técnicas de enseñanza y haciendo las clases dinámicas, tiene un tanto por ciento mayor de probabilidades de que los resultados de su clase sean bajos.
    La desmotivación del alumno da como resultado el fracaso del mismo en la asignatura.

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